¿Cuándo y cómo empieza la agorafobia?

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David Brossa

Soy David, psicólogo especializado en ansiedad y apasionado de la psicología. Llevo más de 4 años ayudando a pacientes distintos tipos de trastornos de ansiedad, colaborando con entidades como Cruz Roja, hospitales comarcales y centros médicos. Dedico mucho esfuerzo a que mi terapia responda a las necesidades reales que todos nos podemos encontrar en nuestro día a día. Leyendo mi blog podrás encontrar guías sobre lo que te está sucediendo y crear las herramientas para solucionar tu malestar!

Identifica los primeros síntomas y actúa a tiempo

Si alguna vez has sentido un miedo intenso al estar en un lugar del que crees que no podrías escapar fácilmente, puede que te estés preguntando si esto es normal o si hay algo más detrás. La agorafobia no aparece de la nada, sino que suele desarrollarse poco a poco. Reconocer sus primeras señales es clave para tomar el control antes de que afecte tu vida diaria.

Síntomas iniciales de la agorafobia

La agorafobia suele empezar de manera sutil, casi sin que te des cuenta. Al principio, puede manifestarse como una ansiedad pasajera en ciertas situaciones, pero con el tiempo, esas situaciones comienzan a generar un miedo cada vez más intenso.

Algunos síntomas tempranos incluyen:

 Malestar o ansiedad en espacios abiertos o concurridos (supermercados, plazas, estaciones de tren).
 Evitar lugares donde crees que podrías sentirte atrapado o de donde sería difícil salir rápidamente (cine, ascensores, transporte público).
 Sensación de falta de control en determinados entornos, lo que genera inseguridad o nerviosismo.
 Miedo anticipatorio: empiezas a preocuparte con días de antelación por una situación que temes enfrentar.
 Síntomas físicos como mareos, sudoración, palpitaciones o dificultad para respirar, incluso sin una razón aparente.

Es como si tu cerebro interpretara ciertos lugares como “zonas de peligro”, cuando en realidad no lo son. Y cuanto más evitas esos lugares, más refuerzas esa idea.

¿Qué personas tienen más probabilidades de desarrollar agorafobia?

No hay un único perfil de persona propensa a la agorafobia, pero hay ciertos factores que pueden hacer que alguien tenga más probabilidades de desarrollarla:

Mujeres. Este tipo de fobia es más frecuente en mujeres que en hombres, y este hecho está posiblemente relacionado con que las mujeres son más propensas a tener ansiedad.

Personas de mediana edad. Es un trastorno que suele suceder a personas de mediana edad, las cuáles se encuentran en plena etapa laboral y con responsabilidades añadidas como crianza de hijos y padres mayores.

Personas que les cuesta poner límites o se sobreresponsabilizan en exceso. En mi experiencia clínica me encuentro que la mayoría de personas con agorafobia tienen también dificultades para decir que no y expresar lo que les molesta. También son personas que prefieren evitar el conflicto y suelen adquirir responsabilidades laborales o familiares que no les pertocan.

 Personas con antecedentes de ansiedad o ataques de pánico. Muchas veces, la agorafobia surge después de un episodio de pánico muy intenso.
 Personas que han pasado por situaciones traumáticas. Un accidente, una enfermedad o una experiencia difícil pueden ser detonantes.
 Personas con personalidad más perfeccionista o controladora. Quienes necesitan tener todo bajo control pueden sentir más ansiedad en situaciones impredecibles.
 Personas con familiares que han tenido trastornos de ansiedad. La genética y el ambiente familiar también juegan un papel importante.

La buena noticia es que, independientemente de cuál sea tu caso, puedes aprender a gestionar este miedo y recuperar tu libertad.

¿En qué momento hablamos de agorafobia? Criterios diagnósticos

Tener miedo o ansiedad en algunos lugares no significa automáticamente que tengas agorafobia. Para que se considere un trastorno, deben cumplirse ciertos criterios diagnósticos establecidos por los especialistas en salud mental:

 El miedo es intenso y desproporcionado en comparación con el peligro real de la situación.
 La ansiedad dura al menos seis meses. No es algo puntual ni pasajero.
 Evitas activamente los lugares que te generan miedo. Prefieres quedarte en casa o necesitas estar acompañado para sentirte seguro.
 El miedo afecta tu vida diaria. Puede impedirte ir a trabajar, hacer compras o disfrutar de actividades que antes te gustaban.

Si te sientes identificado con varios de estos puntos, no significa que no haya salida. Al contrario, identificarlo es el primer paso para superarlo.

¿Quién puede diagnosticarte agorafobia?

Si sospechas que puedes estar desarrollando agorafobia, el diagnóstico debe hacerlo un profesional de la salud mental.

Los especialistas que pueden ayudarte son:

 Psicólogos clínicos y sanitarios: Evalúan tu caso a través de entrevistas y pruebas para determinar si cumples los criterios de agorafobia.
 Psiquiatras: Pueden diagnosticar y, si es necesario, recomendar tratamiento farmacológico.
 Médicos generales: Aunque no pueden hacer un diagnóstico especializado, pueden orientarte y derivarte a un especialista.

Lo importante es no esperar demasiado. Cuanto antes busques ayuda, más fácil será recuperar la confianza en ti mismo y en el mundo que te rodea.

Un mensaje de esperanza para ti

Si te has visto reflejado en algunas de estas situaciones, quiero que sepas que no estás solo y que hay soluciones. La agorafobia no es una condena, sino un desafío que puedes superar con apoyo y las herramientas adecuadas.

Recuperar tu vida es posible. Con pequeñas acciones diarias y el acompañamiento adecuado, puedes volver a disfrutar de la libertad de moverte sin miedo. **El primer paso es informarte, el segundo es ponerte en manos de un psicólogo especialista en agorafobia.

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David Brossa Psicólogo
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