¿Qué profesionales tratan la acrofobia?
David Brossa
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El vértigo que se apodera del cuerpo al asomarse a un balcón. La sensación de que el suelo va a desaparecer bajo tus pies cuando estás en un puente. La parálisis. El sudor frío. El impulso incontenible de dar marcha atrás. Si alguna vez has sentido esto ante una situación de altura, no estás solo. Y tampoco estás loco. Estás viviendo acrofobia, un miedo intenso y desproporcionado a las alturas que, lejos de ser un simple malestar, puede condicionar toda tu vida.
En consulta lo veo a menudo: personas que evitan viajar en avión, subir a una montaña, asomarse a una terraza o simplemente caminar por un edificio de varios pisos. No se trata de una manía ni de una exageración. Es una fobia específica, y como todas las fobias, necesita un abordaje riguroso, humano y personalizado. La buena noticia es que tiene tratamiento. Pero… ¿qué profesionales tratan la acrofobia?
Vamos a explorar, con calma, posibles ayudas para abordar tu caso.
El médico de cabecera: descartando lo físico para abordar lo emocional
El primer paso suele ser acudir al médico de cabecera. ¿Por qué? Porque no todo lo que parece ansiedad tiene origen psicológico. El cuerpo también habla, y a veces grita. Trastornos del equilibrio, problemas cervicales, afecciones del oído interno como el síndrome de Ménière o vértigos posicionales pueden provocar sensaciones similares a las que experimenta una persona con acrofobia.
Es fundamental, por tanto, descartar causas médicas antes de lanzarse directamente a la terapia psicológica. Un buen diagnóstico diferencial evita pérdidas de tiempo y, sobre todo, sufrimiento innecesario. Este paso no trata la fobia en sí, pero sí limpia el terreno para que podamos construir desde la base correcta.
El psiquiatra: cuando la química cerebral necesita apoyo
No todas las personas con acrofobia necesitan tratamiento farmacológico. Pero hay casos en los que la ansiedad se vuelve tan intensa, tan intrusiva, que no permite avanzar. Aquí es donde entra en juego el psiquiatra, un profesional médico especializado en salud mental, que puede valorar la conveniencia de medicación para reducir los niveles de activación fisiológica.
Ansiolíticos o antidepresivos, usados bajo control profesional, pueden rebajar el umbral de ansiedad y permitir que la persona enfrente las situaciones temidas con mayor estabilidad. No se trata de apagar emociones, sino de generar una base química lo suficientemente estable como para poder trabajar desde la terapia psicológica con mejores resultados. La farmacología no es enemiga de la psicoterapia: es una aliada cuando se utiliza con sentido y medida.
El psicólogo especializado en fobias: el verdadero guía del cambio
Aquí es donde se produce la transformación real. El psicólogo no sólo escucha: acompaña, guía, estructura y entrena. La acrofobia no desaparece por voluntad ni con razonamientos. Nadie supera el miedo a las alturas diciendo “sé que no me voy a caer”. Porque el cuerpo reacciona aunque el cerebro lo entienda. Y ahí es donde entra la clave: trabajar con la experiencia, no con el discurso.
La desensibilización sistemática y la exposición gradual son las herramientas terapéuticas más eficaces en el tratamiento de las fobias. ¿Qué significan? Significan, en términos humanos, aprender a estar con el miedo sin que el miedo nos domine. Significan caminar, poco a poco, hacia esas situaciones que antes evitábamos. Primero en imaginación. Luego con ayuda del terapeuta. Más adelante, en la vida real, con seguridad y con autonomía.
Un psicólogo especializado en fobias diseña contigo un plan adaptado a tu ritmo, tu historia y tu forma de sentir. No hay prisa, pero tampoco se trata de eternizar el proceso. Cada paso cuenta. Y con cada paso, el miedo pierde fuerza y tú la ganas.
La visión integradora: trabajar con todos los niveles del ser
La acrofobia, como muchas fobias, no es un problema aislado. A veces es el síntoma visible de algo más profundo: inseguridad vital, experiencias pasadas mal elaboradas, un sistema nervioso sobrecargado. Por eso, más allá del tratamiento concreto, a veces es necesario hacer un trabajo más global: aprender a regular el sistema nervioso, desarrollar autoconfianza, rebajar los niveles de estrés.
Aquí entran enfoques terapéuticos más amplios como técnicas de mindfulness. No se trata de acumular herramientas, sino de elegir las que mejor se adaptan a ti. Como psicólogo especializado en fobias, lo que propongo es un abordaje integral: uno que mire tu historia, tu cuerpo y tu mente como un todo.
Conclusión: superar la acrofobia no es eliminar el miedo, es recuperar la libertad
No hay milagros, pero sí caminos. No se trata de convertirte en amante de las alturas, sino en alguien capaz de estar en ellas sin que el miedo decida por ti. La acrofobia no es un destino. Es un estado, y como tal, puede transformarse. Pero no se hace en soledad.
El médico de cabecera, el psiquiatra y el psicólogo son las tres piezas del equipo que te puede ayudar a recuperar tu vida. Cada uno con su rol. Cada uno con su saber. Y tú, en el centro. Porque esto va de ti, de tu libertad y de que puedas mirar al horizonte desde lo alto… y decidir si quedarte o bajar, pero ya no por miedo, sino por elección.
¿Te gustaría acompañamiento profesional para tratar tu acrofobia?
Estoy aquí para ayudarte. Como psicólogo especializado en fobias, he visto cómo personas que antes ni se asomaban a una barandilla han terminado disfrutando de paisajes desde lo alto de una montaña. No es magia. Es trabajo terapéutico, profesional y humano.
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Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿La acrofobia es lo mismo que el vértigo?
No. El vértigo es una sensación física de pérdida de equilibrio, mientras que la acrofobia es una fobia psicológica. Aunque pueden coexistir, no son lo mismo.
2. ¿Se puede superar la acrofobia sin terapia?
En casos leves, es posible. Pero cuando interfiere con la vida diaria, el apoyo terapéutico es la vía más eficaz y duradera.
3. ¿Qué tipo de psicoterapia es más efectiva para la acrofobia?
La terapia cognitivo-conductual, con técnicas de exposición gradual y desensibilización sistemática, es la más respaldada por la evidencia científica.
4. ¿Los medicamentos curan la acrofobia?
No. Ayudan a controlar los síntomas de ansiedad, pero no abordan la raíz del miedo. Deben utilizarse como apoyo, no como solución única.
5. ¿Cuánto tiempo dura el tratamiento?
Depende del caso. Hay personas que avanzan en pocas sesiones y otras que necesitan un proceso más largo. Lo importante es respetar el ritmo individual.